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Te veo fijamente a los ojos, para que tu mirada me atrape instantáneamente.Mi aliento se corta por tu simple e intrigante presencia.Muerdes tus labios fuertemente con una extraña insinuación que me vuelve loca.¿Qué hago en esos momentos que estoy frente a ti? No puedo resistir al encanto de tu sincera sonrisa, o al de tu particular y perfecto aroma.Eres especialmente encantadoro, tenaz, severo, sutil o delicado cuando te lo propones.Me provoca besarte, no una sino mil veces.Me provoca darte mi corazón para que tú hicieras lo que quisieras con él.Me provoca abrazarte y tenerte junto a mí eternamente. Pero debo conformarme con pensarte cada segundo.Tu presencia es motivo suficiente para que mis días se alegren sin razón aparente.No eres perfecto, eso lo sé muy bien. Pero adoro cada uno de tus errores aunque ellos me hayan echo sufrir más que cualquier otra cosa.Adoro tus errores, por que sin ellos, tú no serías quien eres.Tú no serías la persona de quien me he enamorado de una manera tan extraña, movida y profundamente.No quiero aburrirte, no quiero cansarte. No quiero invadirte y mucho menos controlarte.No quiero ser una extraña que quiere invadir tu vida.Quisiera más bien que me invitaras a formar parte de ella.¿Estoy haciendo lo correcto? No estoy segura, pero lo que hago para mí es lo adecuado.Mi cabeza y mi corazón se la pasan combatiendo constantemente.Ambos tienen sus razones, por eso confío plenamente en ellos.Algunas veces se impone uno sobre el otro.Aunque mi cabeza aún sigue luchando, contigo venció mi corazón. Hay que tener un equilibrio de ambas partes, como todo en la vida. ¿Pero como hago si tu equilibras mi vida?